Su nombre viene del latiín “rubeus” o “ruber” que significa rojo.
El rubí es el nombre de la variedad rojo puro de un mineral, el corindón, el cual puede también tener todos los otros colores bajo el nombre de zafiro, excepto el rojo que está reservado al rubí. No todos lo ejemplares de corindón tienen las calidades necesarias para ser considerados como gemas. Fué, durante mucho tiempo, lllamado “carbunco”, confundiéndolo con la espinela roja y el granate piropo. Recién hacia el 1800 se lo unió, con el zafiro, al grupo del corindón.
Color rojo sangre con un punto azul, con notables tonalidades, uno de ellos, llamado “sangre de paloma” es el más apreciado. Como los rubíes varían dentro de un mismo yacimiento, esto descarta la posibilidad de fijar el orígen de una gema.
Apelaciones tales como rubíes de Siam, o rubíes de Birmania distinguen sólo el color, no la calidad intrínseca.
A menudo contienen inclusiones (minerales, líquidos…) que no juegan sobre la calidad de la gema pero, al contrario, garantizan su autenticidad confrontándolos con piedras sintéticas. Si son de rutilo, el rubí toma un aspecto sedoso cuando se lo corta en cabujón, éstas minúsculas agujas de rutilo provocan el asterismo o el ojo de gato, según la orientación del corte.
La presencia de cromo modifica el color que se ha repartido en bandas, o cabrios, el hierro aporta una tonalidad parda, que no es apreciada,
Hablar de rubíes, es hablar de Birmania de donde se los extraía y de donde se siguen produciendo los más bellos rubíes del mundo, por los cuales, los príncipes y Marajáes indios se habían apasionado.
Un nuevo yacimiento al noreste de Mozambique (Montepues), produce rubíes de alta calidad.
Los rubíes y los corindones, son las piedras más duras después del diamante.
El corindón es el estándar Nº 9 en la escala de durezas de Mohs que va del 1 al 10 y en la cual el diamante es el “10”.